Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso, enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección en la tierra y de tu compañía en el cielo.
Amén.
¡Oh glorioso taumaturgo y protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino!
Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios.
Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas.
Amén.
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San Nicolás de Tolentino (1245-1305), fue un sacerdote italiano que dedicó su vida a los pobres y es protector de las almas del Purgatorio. Fue canonizado en 1446 por el Papa Eugenio IV al atribuirle más de trescientos milagros, tanto en vida como post mortem. Su festividad se celebra el 10 de septiembre.
Otras oraciones por las almas del Purgatorio:
Oración a las benditas ánimas del Purgatorio
Oración de Santa Gertrudis Magna que libera 1000 almas del Purgatorio
Oración por las benditas ánimas del Purgatorio
La Madre de la Gracia
y mi tesoro,
en la Peña de Francia
tiene su trono.
En las culpas y penas
de mi pobre alma,
la Virgen de la Peña
es mi esperanza.
Vida y muerte, oh María,
te consagramos;
eres nuestra alegría,
tus pies besamos.
En las culpas y penas
de mi pobre alma,
la Virgen de la Peña
es mi esperanza.
En tus brazos tenemos
al Dios del Cielo,
en tus ojos bebemos
siempre consuelo.
En las culpas y penas
de mi pobre alma,
la Virgen de la Peña
es mi esperanza.
Tu corazón, Señora,
es todo nuestro,
seremos desde ahora
tus fieles siervos.
En las culpas y penas
de mi pobre alma,
la Virgen de la Peña
es mi esperanza.
Líbranos del pecado
y del infierno;
llévanos de tu mano
al gozo eterno.
En las culpas y penas
de mi pobre alma,
la Virgen de la Peña
es mi esperanza.
Adiós, Madre querida,
tuyos seremos,
tu majestad bendiga
la tierra y cielo.
En las culpas y penas
de mi pobre alma,
la Virgen de la Peña
es mi esperanza.
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Otras oraciones a Nuestra Señora de la Peña de Francia:
Oración de la Moza Santa de Sequeros
Oración del peregrino a Nuestra Señora de la Peña de Francia.
Oración para encender una vela a Nuestra Señora de la Peña de Francia.