domingo, 31 de marzo de 2024

Oración para el Domingo de Resurrección


Señor Dios, amabas tanto este mundo que le diste a tu único Hijo para que también podamos llamarnos tus hijos.

 

Señor, ayúdanos a vivir en la alegría y la gracia del domingo de Pascua, todos los días.

 

Tengamos corazones de agradecimiento por tu sacrificio.

 

Tengamos ojos que miren tu gracia y alegría en nuestra salvación.

 

Ayúdanos a caminar en esa poderosa gracia y dile tus buenas noticias al mundo.

 

Todo por tu gloria oramos, Señor.

 

Amén.

martes, 26 de marzo de 2024

Stabat Mater (Estaba la Madre)


Estaba la Madre dolorosa
junto a la Cruz, llorosa,
mientras pendía el Hijo.
Cuya ánima gimiente,
contristada y doliente
atravesó la espada.
 

¡Oh cuán triste y afligida
estuvo aquella bendita
Madre del Unigénito!
Languidecía y se dolía
la piadosa Madre que veía
las penas de su excelso Hijo.
 

¿Qué hombre no lloraría
si a la Madre de Cristo viera
en tanto suplicio?
¿Quién no se entristecería
a la Madre contemplando
con su doliente Hijo?
 

Por los pecados de su gente
vio a Jesús en los tormentos
y doblegado por los azotes.
Vio a su dulce Hijo
muriendo desolado
al entregar su espíritu.


Oh, Madre, fuente de amor,
hazme sentir tu dolor,
contigo quiero llorar.
Haz que mi corazón arda
en el amor de mi Dios
y en cumplir su voluntad.


Santa Madre, yo te ruego
que me traspases las llagas
del Crucificado en el corazón.
De tu Hijo malherido
que por mí tanto sufrió

reparte conmigo las penas.


Déjame llorar contigo
condolerme por tu Hijo
mientras yo esté vivo.
Junto a la Cruz contigo estar
y contigo asociarme
en el llanto es mi deseo.

Virgen de Vírgenes preclara
no te amargues ya conmigo,
déjame llorar contigo.
Haz que llore la muerte de Cristo,
hazme socio de su pasión,
haz que me quede con sus llagas.


Haz que me hieran sus llagas,
haz que con la Cruz me embriague,
y con la Sangre de tu Hijo.
Para que no me queme en las llamas,
defiéndeme tú, Virgen santa,
en el día del juicio.


Cuando, Cristo, haya de irme,
concédeme que tu Madre me guíe
a la palma de la victoria.
Cuando el cuerpo sea muerto,
haz que al ánima sea dada
del Paraíso la gloria.


Amén.

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Es un himno o poema medieval (Siglo XIII), de origen franciscano.

domingo, 10 de marzo de 2024

Junto a los canales de Babilonia (Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti)

 

Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.

Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión».

¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;

Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.

viernes, 23 de febrero de 2024

Si no estás


Sueñas, alto es el poder
que te han dado desde el cielo, no, no, no, no.

Que no sé a dónde voy
No es real
Hace ya tiempo te volviste uno más
Y odio cuando estoy
Lleno de este veneno
Y oigo truenos si no estás.

¿Qué me has hecho? ¿Dónde estoy?
Se me aparecen mil planetas de repente
Esto es una alucinación
Quiero ver tu otra mitad
Alejarme de esta ciudad
Y contagiarme de tu forma de pensar.

Miro al cielo al recordar
Me doy cuenta otra vez más
Que no hay momento que pase
Sin dejarte de pensar
Esta distancia no es normal
Ya me he cansado de esperar
Dos billetes para amarte
No quiero ver nada más.

Imposible, es demasiado tarde (demasiado)
Todo es un desastre (es un desastre)
Esto es una obsesión
No me sirven tus pocas señales (tus señales)
Ya nada es como antes (como antes)
Me olvido de quien soy.

¿Qué me has hecho? ¿Dónde estoy?
No vas de frente, es lo de siempre
Y de repente estoy perdiendo la razón
Cien complejos sin sentido
Me arrebatan tus latidos y tu voz
Y ya no puedo más.

Qué no sé a donde voy
No es real
Hace ya tiempo te volviste uno más
Y odio cuando estoy
Lleno de este veneno
Y oigo truenos si no estás.

Imposible, es demasiado tarde (demasiado)
Todo es un desastre (es un desastre)
Esto es una obsesión
No me sirven tus pocas señales (tus señales)
Ya nada es como antes (como antes)
Me olvido de quien soy.

¿Y dónde estás?
La verdad es que ya van mil noches malditas
Sin tu abrazo
Es algo raro estoy viciado a tu amor
A tu amor
A tu amor, amor, no, no, no, no.

Ah-ah-ah-ah-ah
Quiero verte, verte, verte
Que se acabe ya.

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Es una canción de Íñigo Quintero.

domingo, 7 de enero de 2024

Huracán



Me he hecho tantas preguntas
intentando entender.
Me he lanzado a buscarte
sin saberte ver.
Me he asomado al abismo
me he atrevido saltar y caer

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta
gritándote
¿dónde estás cuando me haces falta?

Y me han dado respuestas
pero no sé qué hacer
he prometido seguirte
sin entender.

Y hay un eco en lo hondo
que me empuja hacia ti
y aunque sea sin sentirte
te buscaré.

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta
gritándote
¿dónde estás cuando me haces falta?

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta
gritándote
¿dónde estás cuando me haces falta?

Estoy aquí en el silencio.
Estoy aquí en este viento.
Estoy aquí soy este trozo de pan.
Estoy aquí en tu lamento.
Estoy aquí en este eco.
Estoy aquí soy este trozo de pan.

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta
gritándote
¿dónde estás cuando me haces falta?

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta
gritándote
¿dónde estás cuando me haces falta?

Estoy aquí (y un huracán).
Estoy aquí (romperá el cielo desde mi garganta).
Estoy aquí (gritándote).
Soy este trozo de pan (¿dónde estás cuando me haces falta?).

Y tu huracán
romperá
el cielo desde mi garganta
gritándome
cuánto me haces falta.

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Es una canción de Hakuna Group Music.

lunes, 1 de enero de 2024

Oh María, Madre mía


Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

 

Con el ángel de María
las grandezas celebrad.
Transportados de alegría
sus finezas publicad.

 

Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

 

Salve, júbilo del cielo,
del Excelso dulce imán;
Salve hechizo de este suelo,
triunfadora de Satán.

 

Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

 

Quien a ti ferviente clama
halla gloria en el pesar,
pues tu nombre luz derrama,
gozo y bálsamo sin par.

 

Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

 

De sus gracias tesorera
la nombró su Redentor:
con tal Madre y Medianera
ya no teme el pecador.

 

Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

 

Pues te llamo con fe viva
muestra, ¡oh Madre!, tu bondad,
a mí vuelve, compasiva,
esos ojos de piedad.

 

Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

 

Hijo fiel, quiera amarte
y por ti sólo vivir
y por premio de ensalzarte,
ensalzándote morir.

 

Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

 

Del eterno las riquezas
por ti logre disfrutar
y contigo sus finezas
mil y mil siglos cantar.

 

Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.