viernes, 21 de mayo de 2021

Himno Jesu dulcis memoria (Es dulce el recuerdo de Jesús)




Es dulce el recuerdo de Jesús,
que da verdaderos gozos al corazón
pero cuya presencia es dulce
sobre la miel y todas las cosas.

Nada se canta más suave,
nada se oye más alegre,
nada se piensa más dulce
que Jesús el Hijo de Dios.

¡Oh Jesús!, esperanza para los penitentes,
qué piadoso eres con quienes piden,
qué bueno con quienes te buscan,
pero, ¿qué con quienes te encuentran?

¡Oh Jesús!, dulzura de los corazones,
fuente viva, luz de las mentes
que excede todo gozo
y todo deseo.

Ni la lengua es capaz de decir
ni la letra de expresar.
Solo el experto puede creer
lo que es amar a Jesús.

¡Oh Jesús! Rey admirable
y noble triunfador,
dulzura inefable,
todo deseable.

Permanece con nosotros, Señor,
ilumínanos con la luz,
expulsa las tinieblas de la mente,
llena el mundo de dulzura.

Cuando visitas nuestro corazón
entonces luce para él la verdad,
la vanidad del mundo se desprecia
y dentro se enardece la Caridad.

Conoced todos a Jesús,
invocad su amor,
buscad ardientemente a Jesús,
inflamaos buscándole.

¡Oh Jesús! Flor de la Madre Virgen,
amor de nuestra dulzura
a ti la alabanza, honor de majestad divina,
Reino de la felicidad.

¡Oh Jesús! suma benevolencia,
asombrosa alegría del corazón
al expresar tu bondad
me urge la Caridad.

Ya veo lo que busqué,
tengo lo que deseé
en el amor de Jesús desfallezco
y en el corazón todo me abraso.

¡Oh Jesús, dulcísimo para mí!,
esperanza del alma que suspira,
te buscan las piadosas lágrimas
y el clamor de la mente íntima.

Sé nuestro gozo, Jesús,
que eres el futuro premio:
sea nuestra en ti la gloria
por todos los siglos siempre.

Amén.

jueves, 20 de mayo de 2021

Quédate, Señor, conmigo (Plegaria del Padre Pío para después de la Comunión)

Has venido a visitarme,
como Padre y como Amigo.
Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Por el mundo envuelto en sombras
voy errante peregrino.
Dame tu luz y tu gracia.
¡Quédate, Señor, conmigo!

En este precioso instante
abrazado estoy contigo.
Que esta unión nunca me falte.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Acompáñame en la vida.
Tu presencia necesito.
Sin ti desfallezco y caigo.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Declinando está la tarde.
Voy corriendo como un río
al hondo mar de la muerte.
¡Quédate, Señor, conmigo!

En la pena y en el gozo
sé mi aliento mientras vivo,
hasta que muera en tus brazos.
¡Quédate, Señor, conmigo!

sábado, 15 de mayo de 2021

Oración a San Isidro



Bienaventurado Isidro,
que habitas hoy la celestial morada
en justo premio de tu singular piedad,
caritativo celo y santidad de vida,
sin que para practicar dichas virtudes
fueran obstáculo las ocupaciones
a que tenías que dedicarte
para ganar el necesario sustento,
tanto para ti, como para tu venerada esposa,
María de la Cabeza:
te suplicamos que seas nuestro intercesor
para con el Altísimo,
a fin de que este divino Señor
se apiade de nuestras miserias,
y, por un acto de su infinita bondad,
nos conceda vivir en paz en esta vida,
y que gocemos en la otra
las eternas delicias de la gloria.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.
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La festividad de San Isidro, patrón de Madrid, capital de España, se celebra el 15 de mayo. Otras oraciones:




viernes, 7 de mayo de 2021

Una Madre no se cansa de esperar



Cuántas veces siendo niño te recé,
con mis besos te decía que te amaba,
poco a poco con el tiempo, olvidándome de ti,
por caminos que se alejan me perdí,
por caminos que se alejan me perdí,

Hoy he vuelto, Madre, a recordar,
cuántas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender
que una Madre no se cansa de esperar,
que una Madre no se cansa de esperar.

Al regreso, me encendías una luz,
sonriendo desde lejos me esperabas,
en la mesa la comida aún caliente y el mantel
y en tu abrazo, mi alegría de volver
y en tu abrazo, mi alegría de volver,

Hoy he vuelto, Madre, a recordar,
cuántas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender
que una Madre no se cansa de esperar,
que una Madre no se cansa de esperar.

Aunque el hijo se alejara del hogar,
una madre siempre espera su regreso,
el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor
que es la madre y el milagro de su amor,
que es la madre y el milagro de su amor.

Hoy he vuelto, Madre, a recordar,
cuántas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender
que una Madre no se cansa de esperar,
que una Madre no se cansa de esperar.




jueves, 6 de mayo de 2021

Madre, eres ternura


Madre, eres ternura,
eres una flor
blanca y preciosa,
llena de amor.

Sí, Señora, ven a mí,
ven, ven a mí,
cúbreme con tu manto
lleno de amor.

Madre, eres ternura,
eres una flor
blanca y preciosa,
llena de amor.

Sí, Señora, ven a mí,
ven, ven a mí,
cúbreme con tu manto
lleno de amor.


lunes, 3 de mayo de 2021

María mírame

María, mírame
María, mírame
si Tú me miras
Él también me mirará.

Madre mía, mírame
de la mano llévame
muy cerca de Él
que ahí me quiero quedar.

María, cúbreme con tu manto
que tengo miedo, no sé rezar
que por tus ojos misericordiosos
tendré la fuerza, tendré la paz.

María, mírame
María, mírame
si Tú me miras
Él también me mirará.

Madre mía, mírame
de la mano llévame
muy cerca de Él
que ahí me quiero quedar.

Madre, consuélame de mis penas
es que no quiero ofenderle más
que por tus ojos misericordiosos
quiero ir al cielo y verlos ya.

María, mírame
María, mírame
si Tú me miras
Él también me mirará.

Madre mía, mírame
de la mano llévame
muy cerca de Él
que ahí me quiero quedar.

María, mírame
María, mírame
si Tú me miras
Él también me mirará.

Madre mía, mírame
de la mano llévame
muy cerca de Él
que ahí me quiero quedar.

En tus brazos quiero
descansar.

sábado, 1 de mayo de 2021

Oración para pedir la intercesión de San José


Oh san José, cuya protección es tan grande, tan fuerte y tan inmediata ante el trono de Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos.

Ayúdame, san José, con tu poderosa intercesión, a obtener todas las bendiciones espirituales por intercesión de tu Hijo adoptivo, Jesucristo Nuestro Señor, de modo que, al confiarme, aquí en la tierra, a tu poder celestial, te tribute mi agradecimiento y homenaje.

Oh san José, yo nunca me canso de contemplarte con Jesús adormecido en tus brazos.

No me atrevo a acercarme cuando Él descansa junto a tu corazón.

Abrázale en mi nombre, besa por mí su delicado rostro y pídele que me devuelva ese beso cuando yo exhale mi último suspiro.

¡San José, patrono de las almas que parten, ruega por mí! 

Amén.
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Es una oración muy antigua a San José, al parecer tiene su origen en el año 50. El Papa San Pío V se la envió al emperador Carlos antes de la batalla de Lepanto. Se dice que quien lea esta oración, la escuche o la guarde consigo nunca morirá de muerte repentina, ni se ahogará, ni le afectará el veneno o caerá en las manos del enemigo, ni será quemado en cualquier fuego o derrotado en la batalla. Reza esta oración durante nueve mañanas por cualquier intención. Es conocida por no fallar nunca.

En esta web también puede rezar la Oración a San José y la oración a San José custodio amante de Jesús y María.