Señor, por siempre infinitamente Santo y glorificado en tus santos, has inspirado a San Chárbel, el santo monje, para llevar la vida perfecta de un ermitaño. Te agradecemos que le hayas dado la bendición y la fuerza para separarse del mundo para que el heroísmo de las virtudes monásticas, de la pobreza, obediencia y castidad, pudiese triunfar en su ermita.
Te suplicamos que nos concedas la gracia de amarte y servirte, siguiendo su ejemplo.
Dios Todopoderoso, que ha manifestado el poder de la intercesión de San Chárbel a través de sus incontables milagros y favores, concédenos la gracia que te pedimos...
Amén.
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San Chárbel Makhlouf, fue un monje, sacerdote y asceta libanés de la Iglesia Católica Maronita. Nació en el Líbano en 1828, en 1853 realizó los votos solemnes de monje y en 1859 fue ordenado sacerdote. Fue enviado al Monasterio de San Marón, donde vivió quince años, durante los cuales fue un monje ejemplar. Descubrió que su vocación era vivir en soledad como ermitaño, pero ello requería de un permiso especial que le fue concedido en 1875. Desde entonces, hasta su fallecimiento en 1898 se dedicó a la vida ascética, el trabajo manual y la oración. A él acudía mucha gente para recibir consuelo espiritual y comenzó a realizar numerosos milagros, sobre todo curaciones. El Papa San Pablo VI lo beatificó en 1965 y lo canonizó en 1977, siendo el primer santo libanés y el primer santo oriental desde la Edad Media. Su sepulcro está en el Monasterio de San Marón (Líbano) y su cuerpo está incorrupto y emana sangre licuada. Es uno de los santos más milagrosos, se han investigado más de veinte mil y su devoción está extendida por todo el mundo. Es el patrono de los que sufren en cuerpo y alma. Su festividad se celebra el 24 de julio.