domingo, 28 de febrero de 2016

María, Madre nuestra


María, madre nuestra, flor de juventud.
Camino de mi vida, ésa eres tú.
Soy como un camino al anochecer,
que busca en el silencio
los pasos de tu ayer.


Sin ti el mundo sería 
como un paisaje sin luz,
un día sin sol, un rostro sin sonrisa.
Sin ti, María, no habría luz,
sin ti no habría una sonrisa.


Soy como una barca sin remos en el mar,
que va por la marea buscando tu amistad.
Eres la mañana, el despertar de una ilusión,
eres la belleza de una puesta de sol.


Sin ti el mundo sería 
como un paisaje sin luz,
un día sin sol, un rostro sin sonrisa.
Sin ti, María, no habría luz,
sin ti no habría una sonrisa.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Te ofrecemos, Señor, nuestra juventud




Te ofrecemos, Señor,
nuestra juventud.

Este día que amanece
entre cantos y alegrías,
este día en que sentimos
tu presencia en nuestras vidas.

Te ofrecemos, Señor,
nuestra juventud.

Ilusiones y esperanzas,
la alegría de vivir,
todos juntos como hermanos
caminando hacia ti.

Te ofrecemos, Señor,
nuestra juventud.

El esfuerzo de los hombres,
el dominio de la tierra,
la llegada de tu reino,
inquietud que se hace eterna.

Te ofrecemos, Señor,
nuestra juventud.

Vino y pan hoy te ofrecemos,
pronto se convertirán
en tu cuerpo y en tu sangre
fuente de alegría y paz.

Te ofrecemos, Señor,
nuestra juventud.

Ofrecemos todos juntos
nuestras vidas al Señor,
los trabajos y dolores
la alegría y el amor.

Te ofrecemos, Señor,
nuestra juventud.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Tu Palabra me da vida



Tu Palabra me da vida,
confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.


Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.

Tu Palabra me da vida,
confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.

Postrada en el polvo está mi alma,
devuélvame la vida tu Palabra.
Mi alma está llena de tristeza,
consuélame, Señor, con tus promesas.

Tu Palabra me da vida,
confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.

Escogí el camino verdadero
y he tenido presente tus decretos.
Correré por el camino del Señor,
cuando me hayas ensanchado el corazón.

Tu Palabra me da vida,
confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.

Este es mi consuelo en la tristeza,
sentir que tu Palabra me da vida.
Por las noches me acuerdo de tu Nombre,
recorriendo tu camino dame vida.

Tu Palabra me da vida,
confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.

Repleta está la tierra de tu gracia;
enséñame, Señor, tus decretos.
Mi herencia son tus mandatos,
alegría de nuestro corazón.

Tu Palabra me da vida,
confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.
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Es una adaptación del Salmo 118 realizada por el compositor Juan Antonio Espinosa.