miércoles, 23 de octubre de 2019

El que muere por mí


Todo empezó en una cruz
Donde un hombre murió y un Dios se entregó
Silenciosa la muerte llegó
Extinguiendo la luz que en un grito se ahogó

Viendo su faz de dolor
Una madre lloró y su amigo calló
Pero siendo una entrega de amor
Su camino siguió y en algún otro lado
Una luz se encendió

Siendo hombre, amigo, esclavo y maestro
Siendo carga pesada, profesor y aprendiz
Entregó hasta su cuerpo en el pan y en la vid

Desde entonces lo he visto caminar a mi lado
A ese Dios que se humilla y muere por mí
Es la barca en mi playa, el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz

Viendo un humilde calvario
Con rostro cansado soporta la cruz
Y al verme rezando a sus pies
Se olvida de Él, me toma en sus manos
Y me acoge otra vez

Siendo fuego, paloma, el agua y el viento
Siendo niño inocente, un Padre y Pastor
Hoy acepta mi ofrenda, es mi vida Señor

Desde entonces lo he visto caminar a mi lado
A ese Dios que se humilla y muere por mí
Es la barca en mi playa, el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz

Y si ahora yo acepto esta cruz
Es por esa persona, ese Dios
Es por Cristo, Jesús

Desde entonces lo he visto caminar a mi lado
A ese Dios que se humilla y muere por mí
Es la barca en mi playa, el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz