sábado, 12 de octubre de 2019

Pescador


Pescador, que al pasar por la orilla del lago
me viste secando mis redes al sol,
tu mirar se cruzó con mis ojos cansados
y entraste en mi vida buscando mi amor.

Pescador, en mis manos has puesto otras redes
que puedan ganarte la pesca mejor
y al llevarme contigo en la barca,
me nombraste, Señor, pescador.


Pescador, entre tantos que había en la playa
tus ojos me vieron, tu boca me habló,
y a pesar de sentirse mi cuerpo cansado,
mis pies en la arena siguieron tu voz.

Pescador, en mis manos has puesto otras redes
que puedan ganarte la pesca mejor
y al llevarme contigo en la barca,
me nombraste, Señor, pescador.

Pescador, manejando mis artes de pesca
en otras riberas mi vida quedó,
al querer que por todos los mares del mundo
trabajen mis fuerzas, por ti, mi Señor.

Pescador, en mis manos has puesto otras redes
que puedan ganarte la pesca mejor
y al llevarme contigo en la barca,
me nombraste, Señor, pescador.

miércoles, 9 de octubre de 2019

Con alegría te daré la paz


Con alegría te daré la paz,
con alegría me darás la paz,
con alegría nos damos la paz,
con alegría la paz.

La paz de Dios
que con nosotros está el Señor,
la paz de Dios
que con nosotros está.

martes, 8 de octubre de 2019

Cantad al Señor


¡Cantad a Dios,
todas sus criaturas,
y bendecid su nombre
por los siglos!

¡Cantad a Dios,
los Ángeles del cielo,
las aguas todas,
bendecid a Dios!

¡Cantad a Dios,
estrellas, sol y luna,
lluvia y rocío,
fríos y heladas!

¡Cantad a Dios,
rocíos y nevadas,
calor y fuego,
bendecid a Dios!

¡Cantad a Dios,
ensálcelo la Tierra,
lo que germina en ella,
cante a Dios!

¡Cantad a Dios,
las cumbres de los montes,
los manantiales,
den su gloria a Dios!

¡Cantad a Dios,
los mares y los ríos,
todos los peces
y aves de los cielos!

¡Cantad a Dios,
las fieras y ganados,
con vuestras voces,
bendecid a Dios!

¡Cantad a Dios,
los hijos de los hombres,
los sacerdotes,
bendecid a Dios!

¡Cantad a Dios,
los jóvenes y niños,
todos los hombres,
bendecid a Dios!

¡Cantad al Padre,
al Hijo y al Espíritu,
todos con himnos,
bendecid a Dios!

¡Cantad a Dios,
en todo el Universo,
cuanto respira,
que bendiga a Dios!

lunes, 7 de octubre de 2019

Te conocimos, Señor, al partir el pan


Andando por el camino, te tropezamos, Señor,
te hiciste el encontradizo, nos diste conversación,
tenían tus palabras fuerza de vida y amor,
ponían esperanza y fuego en el corazón.

Te conocimos, Señor, al partir el pan,

Tú nos conoces, Señor, al partir el pan. (Bis).

Llegando a la encrucijada, Tú proseguías, Señor;
te dimos nuestra posada, techo comida y calor;
sentados como amigos a compartir el cenar,
allí te conocimos, al repartirnos el pan.

Te conocimos, Señor, al partir el pan,
 nos conoces, Señor, al partir el pan. (Bis).

Andando por los caminos, te tropezamos, Señor,
en todos los peregrinos que necesitan amor;
esclavos y oprimidos que buscan la libertad,
hambrientos, desvalidos, a quienes damos el pan.

Te conocimos, Señor, al partir el pan,
 nos conoces, Señor, al partir el pan. (Bis).

jueves, 3 de octubre de 2019

Acerquémonos todos al altar


Acerquémonos todos al altar
que es la mesa fraterna del amor,
pues siempre que comemos de este pan
recordamos la pascua del Señor. (Bis).

Los hebreos en medio del desierto
comieron el maná
nosotros peregrinos de la vida
comemos de este pan,
los primeros cristianos ofrecieron
su cuerpo como trigo
nosotros acosados por la muerte
bebemos este vino.

Acerquémonos todos al altar
que es la mesa fraterna del amor,
pues siempre que comemos de este pan
recordamos la pascua del Señor. (Bis).

Como Cristo hecho pan de cada día,
se ofrece en el altar
nosotros entregados al hermano
comemos de este pan,
como el cuerpo de Cristo es uno solo
por todos ofrecido
nosotros olvidando divisiones
bebemos este vino.

Acerquémonos todos al altar
que es la mesa fraterna del amor,
pues siempre que comemos de este pan
recordamos la pascua del Señor. (Bis).

Como ciegos en busca de la aurora
dolientes tras la paz
buscamos tierra nueva y cielos nuevos
comiendo de este pan,
acerquémonos todos los cansados
porque él es nuestro alivio
y siempre que el desierto nos agobie
bebamos este vino.

Acerquémonos todos al altar
que es la mesa fraterna del amor,
pues siempre que comemos de este pan
recordamos la pascua del Señor. (Bis).

miércoles, 2 de octubre de 2019

Oraciones a San Francisco de Borja


Admirable San Francisco de Borja, grande en la tierra, pero mucho mayor en el cielo por tus admirables virtudes, ejemplo de príncipes y señores, guía de sacerdotes, modelo de religiosos y prelados, celosísimo del bien de las almas; que has merecido del Señor gracia especial para librar de las enfermedades a tus devotos, conservarles el honor, y hacer que recobren la buena fama; para apaciguar discordias, aplacar terremotos, y librar de sus estragos a tantos pueblos, que os invocan por protector y patrono; alcánzame del Señor buen uso de las riquezas, paciencia en las adversidades, desprecio de las pompas y vanidades del mundo, la salud y el bienestar del cuerpo que convenga para mi salvación, y sobre todo imitación perfecta de tus virtudes, para gozar contigo de la presencia de Dios en el cielo por los siglos sin fin.

Amén

O bien:

Señor y Dios nuestro, que nos mandas valorar los bienes de este mundo según el criterio de tu ley, al celebrar la fiesta de san Francisco de Borja, tu siervo fiel y cumplidor, enséñanos a comprender que nada hay en el mundo comparable a la alegría de gastar la vida en tu servicio.


Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.
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San Francisco de Borja nació en Gandía (Valencia, España) en 1510, era nieto del Papa Alejandro VI (que accedió al papado después de haber tenido cuatro hijos) y también nieto del rey Fernando V de Aragón. En 1546 falleció Leonor, su esposa y decidió ingresar en la Compañía de Jesús. En 1565 fue nombrado Padre General de toda la Orden. Dio gran impulso a las misiones. Falleció en 1572. El Papa Urbano VIII lo beatificó en 1624 y el Papa Clemente X lo canonizó en 1671. Su festividad se celebra el 3 de octubre.

martes, 1 de octubre de 2019

Jesús está con nosotros



Jesús está con nosotros
según nos prometió.

Jesús está con nosotros
cuando nos une el amor.

Este es el mandato
de nuestro Salvador:
como Yo os amé,
permaneced en el amor.

Jesús está con nosotros
según nos prometió.

Jesús está con nosotros
cuando nos une el amor.

Hermanos somos
de la misma casa,
la Iglesia del Señor,
tengamos todos
un mismo corazón.

Jesús está con nosotros
según nos prometió.

Jesús está con nosotros
cuando nos une el amor.

Peregrinos somos
de una patria nueva,
nuestros caminos
se juntan en el fin:
todos van a Jesús.

Jesús está con nosotros
según nos prometió.

Jesús está con nosotros
cuando nos une el amor.

domingo, 29 de septiembre de 2019

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia


Acuérdate, Señor, de tu Iglesia:
aparta de ella todo mal,
hazla perfecta en tu amor,
y congrégala por todo el mundo
en el Reino que le tienes preparado.

Te damos gracias, Padre nuestro,
por la vida y el conocimiento
que nos manifestaste
por medio de tu siervo Jesús.

¡A ti sea la gloria por los siglos!
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia:
aparta de ella todo mal,
hazla perfecta en tu amor,
y congrégala por todo el mundo
en el Reino que le tienes preparado.

Como este pan estuvo disperso,
y al ser reunido se hizo uno,
así sea reunida tu Iglesia
de los confines de la tierra en tu reino.

¡A ti sea la gloria por los siglos!

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia:
aparta de ella todo mal,
hazla perfecta en tu amor,
y congrégala por todo el mundo
en el Reino que le tienes preparado.

Tú, Señor omnipotente, 
nos has dado una comida y bebida espiritual 
y una vida eterna
por medio de tu siervo Jesucristo.

¡A ti sea la gloria por los siglos!

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia:
aparta de ella todo mal,
hazla perfecta en tu amor,
y congrégala por todo el mundo
en el Reino que le tienes preparado.

Porque tuyo es el poder
y la gloria por siempre.
Que venga tu gracia y pase este mundo.
Hosanna al Dios de David.

¡A ti sea la gloria por los siglos!

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia:
aparta de ella todo mal,
hazla perfecta en tu amor,
y congrégala por todo el mundo
en el Reino que le tienes preparado.

sábado, 28 de septiembre de 2019

Oración a San Wenceslao de Bohemia


Señor, Dios nuestro, que inspiraste a tu mártir san Wenceslao preferir el Reino de los cielos al reino de este mundo, concédenos, por sus ruegos, llegar a negarnos a nosotros mismos para seguirte a ti y amarte con todo el corazón y todo el alma.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.
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San Wenceslao, nació en el año 907, cerca de Praga (actual República Checa), fue educado en la fe cristiana por su abuela santa Ludmila. Cuando murió su padre, Ratislav, rey de Bohemia, su esposa accedió al trono e impuso una política anticristiana. El pueblo la expulsó del trono y proclamó rey a Wenceslao que siempre siguió la ley de Dios en el gobierno de sus súbditos. Sin embargo, fue traicionado y asesinado por su hermano Boleslao el 28 de septiembre del año 935. Fue proclamado mártir de la fe y la Iglesia de San vito, donde fue enterrado, pronto se convirtió en centro de peregrinación.

San Wenceslao es el Patrón de República Checa y su festividad se celebra el 28 de septiembre.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Tú eres, Señor, el Pan de Vida


Tú eres, Señor, el pan de vida.

Mi padre es quien os da
verdadero Pan del Cielo.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Quien come de este Pan,
vivirá eternamente.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Aquel que venga a mí,
no padecerá más hambre.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Mi carne es el manjar
y mi sangre es la bebida.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

El Pan que Yo daré,
ha de ser mi propia Carne.

Tú eres, Señor, el pan de vida..

Quien come de mi carne,
mora en mí y Yo en él.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Bebed todos de él,
es el Cáliz de mi Sangre.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Yo soy el Pan de Vida
que ha bajado de los cielos.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Si no coméis mi Carne,
no tendréis Vida en vosotros.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Si no bebéis mi Sangre,
no tendréis Vida en vosotros.

Tú eres, Señor, el pan de vida.

Quien bebe de mi Sangre,
tiene ya la Vida eterna.

Tú eres, Señor, el pan de vida.