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martes, 7 de abril de 2020

Oración del inocente perseguido (salmo 26 II)


Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.

Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro».
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.

No rechaces con ira a tu siervo,
que Tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.

Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.

Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.

No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.

Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Aleluya, el Señor es nuestro Rey

 
Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.
Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.

Cantad al Señor un cántico nuevo, 

porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.

Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.
Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.

El Señor da a conocer su victoria,

revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia
y su fidelidad en favor de la casa de Israel.

Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.
Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.

Los confines de la tierra han contemplado

la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.

Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.
Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.

Tocad la cítara para el Señor,

suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas
aclamad al Rey y Señor.

Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.
Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.

Retumbe el mar y cuanto contiene,

la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes
al Señor que llega para regir la tierra.

Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.
Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro Rey.

Regirá el orbe con justicia

y los pueblos con rectitud.

Aleluya, aleluya,
nos llegó la salvación.
Aleluya, aleluya,
nos llegó la salvación.

lunes, 21 de marzo de 2016

A ti levanto mis ojos


A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
A ti levanto mis ojos,
porque espero tu misericordia.

Como están los ojos de los esclavos,
fijos en las manos de sus señores,
así están nuestros ojos en el Señor,
esperando su misericordia.

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
A ti levanto mis ojos,
porque espero tu misericordia.

Misericordia Señor, misericordia,
que estamos saciados de burlas;
misericordia Señor, misericordia
que estamos saciados de desprecios.

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
A ti levanto mis ojos,
porque espero tu misericordia.

Nuestra alma esta saciada
del sarcasmo de los satisfechos;
nuestra alma esta saciada
del desprecio de los orgullosos.

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
A ti levanto mis ojos,
porque espero tu misericordia.

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Es un canto de Miguel Manzano basado en el Salmo 123 (122).

domingo, 6 de septiembre de 2015

Desde lo hondo a ti grito Señor



Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Mi alma espera en el Señor,
mi alma espera en su palabra,
mi alma aguarda al Señor
porque en Él está la salvación.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿Quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón
y así infundes respeto.

Mi alma espera en el Señor,
mi alma espera en su palabra,
mi alma aguarda al Señor
porque en Él está la salvación.

Mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela a la aurora;
aguarde, Israel, al Señor
como el centinela a la aurora.

Mi alma espera en el Señor,
mi alma espera en su palabra,
mi alma aguarda al Señor
porque en Él está la salvación.

Porque del Señor viene la misericordia
y la redención copiosa;
y Él redimirá a Israel
de todos sus delitos.

Mi alma espera en el Señor,
mi alma espera en su palabra,
mi alma aguarda al Señor
porque en Él está la salvación.

jueves, 1 de enero de 2015

A ti, Señor, levanto mi alma


A ti, Señor, levanto mi alma;
Dios mío confío en ti;
enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas.

Los que esperan en ti
no quedan defraudados.

Recuerda, Señor,
que tu ternura es eterna.

Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

Pastor de Israel, escucha,
despierta tu poder y ven a salvarnos.

La salvación está ya cerca de sus fieles
y la gloria habitará en nuestra tierra.

La fidelidad brota de la tierra
y la justicia mira desde el cielo.

domingo, 9 de noviembre de 2014

El auxilio me viene del Señor (Salmo 120)


 
Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Gustad y ved



Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

La Palabra del Señor es sincera
y todas sus acciones son leales,
Él ama la justicia y el derecho
y de su amor está llena la tierra.

Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones,
cerca está de aquellos que lo invocan
y lo buscan de todo corazón.

Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Caminaré en presencia del Señor (Salmo 114)

Caminaré en presencia del Señor.
Caminaré en presencia del Señor.

Amo al Señor,
porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.


Caminaré en presencia del Señor.
Caminaré en presencia del Señor.

Me envolvían redes de muerte,
caí en tristeza y angustia,
invoqué el nombre del Señor:
«Señor, ¡salva mi vida!».


Caminaré en presencia del Señor.
Caminaré en presencia del Señor.
 

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo,
el Señor guarda a los sencillos,
estando yo sin fuerzas me salvó.


Caminaré en presencia del Señor.
Caminaré en presencia del Señor.
 

Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo,
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.


Caminaré en presencia del Señor.
Caminaré en presencia del Señor.

lunes, 18 de febrero de 2013

Qué alegría cuando me dijeron

 
Qué alegría cuando me dijeron:
vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
 
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.
 
Qué alegría cuando me dijeron:
vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
 
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el Nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
 
Qué alegría cuando me dijeron:
vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
 
Desead la paz a Jerusalén:
"Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
en tus palacios seguridad".
 
Qué alegría cuando me dijeron:
vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
 
Qué alegría cuando me dijeron:
vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Este es el día en que actuó el Señor (Salmo 117)


Este es el día en que actuó el Señor
Sea nuestra alegría y nuestro gozo
Dad gracias al Señor porque es bueno
Porque es eterna su misericordia
¡Aleluya!
¡Aleluya!

Que lo diga la casa de Israel
Es eterna su misericordia
Que lo diga la casa de Aarón
Es eterna su misericordia
Que lo digan los fieles del Señor
Es eterna su misericordia

Este es el día en que actuó el Señor
Sea nuestra alegría y nuestro gozo
Dad gracias al Señor porque es bueno
Porque es eterna su misericordia
¡Aleluya!
¡Aleluya!

Abridme las puertas del triunfo
Y entraré para dar gracias al Señor
Esta es la puerta del Señor
Los vencedores entrarán por ella
Yo no he de morir, yo viviré
Para cantar las hazañas del Señor

Este es el día en que actuó el Señor
Sea nuestra alegría y nuestro gozo
Dad gracias al Señor porque es bueno
Porque es eterna su misericordia
¡Aleluya!
¡Aleluya!

La piedra que el cantero desechó
Es ahora la piedra angular
Es el Señor quien lo ha hecho
Este ha sido un milagro patente
Te doy gracias porque me escuchaste
Porque fuiste Tú mi salvación

Este es el día en que actuó el Señor
Sea nuestra alegría y nuestro gozo
Dad gracias al Señor porque es bueno
Porque es eterna su misericordia
¡Aleluya!
¡Aleluya!