sábado, 29 de febrero de 2020

A ti, Rey soberano (Attende, Domine)


Escucha, Señor y ten misericordia
porque hemos pecado contra ti.

A ti, Rey soberano, Redentor de todos, levantamos nuestros ojos en llanto;
escucha, Cristo, las plegarias de los que te suplican.

Oh diestra del Padre, piedra angular, camino de la salvación y puerta del cielo:
lava las manchas de nuestros delitos.

Rogamos, oh Dios, a tu majestad: con tus oídos santos escucha nuestros gemidos, perdona bondadoso nuestras culpas.

Nuestros pecados cometidos los confesamos ante ti; con corazón contrito te manifestamos lo oculto; que tu clemencia, oh Redentor, nos las perdone.

Inocente, fuiste capturado, y llevado sin oponer resistencia, y condenado por los impíos con testigos falsos.

A los que redimiste, consérvalos Tú, oh Cristo.

domingo, 9 de febrero de 2020

Nos has llamado al desierto


Nos has llamado al desierto,
Señor de la libertad,
y está el corazón abierto
a la luz de tu verdad.

Subimos con esperanza
la escalada cuaresmal,
el pueblo de Dios avanza
hasta la cumbre pascual.

Tu pueblo, Señor, camina
desde la aurora al ocaso
a tu Pascua se encamina
y te sigue, paso a paso.


Nos has llamado al desierto,
Señor de la libertad,
y está el corazón abierto
a la luz de tu verdad.

Subimos con esperanza
la escalada cuaresmal,
el pueblo de Dios avanza
hasta la cumbre pascual.

 

Señor, te reconocemos
y tu Palabra escuchamos,
tus caminos seguiremos
y tu ley de amor cantamos.


Nos has llamado al desierto,
Señor de la libertad,
y está el corazón abierto
a la luz de tu verdad.

Subimos con esperanza
la escalada cuaresmal,
el pueblo de Dios avanza
hasta la cumbre pascual.

 

Se acerca, Señor, tu día
en el que todo florece
con su luz y su alegría
ya el camino, resplandece.


Nos has llamado al desierto,
Señor de la libertad,
y está el corazón abierto
a la luz de tu verdad.

Subimos con esperanza
la escalada cuaresmal,
el pueblo de Dios avanza
hasta la cumbre pascual.

martes, 28 de enero de 2020

Oración de reparación por los abortos


Señor, Dios Todopoderoso y Creador nuestro, nos reunimos hoy en torno tuyo para celebrar nuestra existencia y alegrarnos por el don de la vida.

Oración inicial
 
Señor, Dios Todopoderoso y Creador nuestro, nos reunimos hoy en torno tuyo para celebrar nuestra existencia y alegrarnos por el don de la vida.

Enséñanos a comprender cada vez mas profundamente, que toda vida humana es sagrada, tanto la del pequeño en el vientre de su madre, como la del enfermo desahuciado; la del niño discapacitado, como la del adulto incapacitado; la del vecino, como la del hombre distante y lejano.

Recuérdanos, Padre Celestial, que independientemente de la edad, raza, color o credo, cada persona ha sido creada a tu imagen y semejanza, y ha sido redimida por Cristo. Esto los hace inapreciables ante tu mirada.

Enséñanos a ver a los demás a través de tus ojos para poder venerar, preservar y sostener el don de la vida en ellos, y emplear con mayor fidelidad la nuestra en tu servicio.

Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

Oración por la vida

Padre, Tú eres la fuente de toda vida. Por Jesucristo, tu Hijo, ofreces la vida eterna a todo el que la desea. Nosotros creemos en esa vida, Padre. Te damos gracias por ella y esperamos con gozo el día en que podamos compartirla contigo.

Pero hoy te pedimos por la vida humana creada a tu imagen; la vida de todas las personas del mundo entero. Por tu amor y tu misericordia, santifica y fortalece nuestros esfuerzos por lograr que se respete y dignifique el fundamento de toda vida humana, especialmente por los jóvenes de nuestro mundo. Que tu rostro brille sobre nosotros y que en ti, la humanidad entera encuentre la felicidad y el valor de vivir en ayuda mutua, haciendo de esta vida un anticipo de la vida futura que gozaremos eternamente.

Amén.

domingo, 26 de enero de 2020

Somos misioneros


Somos misioneros,
tenemos una misión,
queremos ver el mundo
lleno, lleno,
lleno, lleno de amor. (Bis).

Para que se cierren heridas,
y que se abran más puertas,
necesitamos que haya
más amor en nuestra Tierra.

Para que se acaben las guerras,
y que se cumplan los sueños,
necesitamos que enciendas
la luz que da el Evangelio.


Somos misioneros,
tenemos una misión,
queremos ver el mundo
lleno, lleno,
lleno, lleno de amor. 
(Bis).

Para que no haya más hambre,
y que no existan fronteras,
necesitamos que haya
más amor en nuestra Tierra.

Para que respeten la vida,
donde el futuro es incierto,
necesitamos que enciendas
la luz que da el Evangelio.

Somos misioneros,
tenemos una misión,
queremos ver el mundo
lleno, lleno,
lleno, lleno de Amor. 
(Bis).

Para que se abran caminos,
donde dejar nuestras huellas,
necesitamos que haya
más amor en nuestra Tierra.

Para que a nadie le falte,
el amor como sustento,
necesitamos que enciendas
la luz que da el Evangelio.

Somos misioneros,
tenemos una misión,
queremos ver el mundo
lleno, lleno,
lleno, lleno de Amor. 
(Bis).

miércoles, 15 de enero de 2020

Oración de desagravio a la Virgen María


Virgen Bendita, Madre de Dios, desde el Cielo donde estás sentada como Reina, vuelve benigna tu mirada hacia este miserable pecador; tu siervo, quien aunque penetrado de su indignidad, te bendice y ensalza desde lo más intimo de su corazón, como a la más Pura, la más Bella, la más Santa de todas las criaturas; en reparación de las ofensas que te hacen las lenguas impías y blasfemas; bendice tu nombre, bendice tus sublimes prerrogativas de verdadera Madre de Dios, siempre Virgen, concebida sin mancha de pecado, de Corredentora del género humano, bendice al Eterno Padre que te escogió de un modo particular por Hija; bendice al Verbo Encarnado; que vistiéndose de la naturaleza humana en tu purísimo seno, te hizo madre; bendice al Espíritu Santo que te quiso por esposa suya; bendice y ensalza a la augusta Trinidad que te escogió y amó con tanta predilección, que te exaltó sobre todas las criaturas a la más sublime alteza.

Oh Virgen Santa y misericordiosa, alcanza el arrepentimiento a los que te ofenden y dígnate aceptar este pequeño obsequio de tu siervo, obteniéndome de tu divino Hijo el perdón de mis propios pecados.

Así sea.

Amén.

miércoles, 1 de enero de 2020

En Belén Dios nació


En el portal hay un niño pequeño
con María su madre, con su padre José,
gran revuelo han formado en el cielo
y en la tierra no saben lo que pasa en Belén.

En Belén Dios nació
y en el cielo lo saben muy bien
en la tierra solo hay dos testigos:
María y José.


Aquella noche lloraba la tierra
y en el cielo una estrella comenzó a sonreír
cuando Dios como un hombre cualquiera
estrenaba el misterio de nacer y morir.

En Belén Dios nació
y en el cielo lo saben muy bien
en la tierra solo hay dos testigos:
María y José.

El corazón de quien hizo los cielos
quiso darle a la tierra una prueba de amor
eligió un corazón como el nuestro,
y en el pecho de un niño a latir comenzó.


En Belén Dios nació
y en el cielo lo saben muy bien
en la tierra solo hay dos testigos:
María y José.

La humanidad esperaba al Mesías
rodeado de gloria, de esplendor y poder
Dios amó la humanidad de María
y eligió la pobreza que abundaba en José.


En Belén Dios nació
y en el cielo lo saben muy bien
en la tierra solo hay dos testigos:
María y José.

sábado, 28 de diciembre de 2019

En un portal, hoy en Belén, al mismo Dios verás nacer


En un portal, hoy en Belén, al mismo Dios, verás nacer.
Hoy en Belén, en un portal, al mismo Dios, verás llorar.

Cualquier rincón de amor es cuna de Dios,
cualquier gemir del mal es un llorar.

En un portal, hoy en Belén, al mismo Dios, verás nacer.
Hoy en Belén, en un portal, al mismo Dios, verás llorar.

Donde hay amor y bien, renace Belén,
donde hay dolor y mal, llorando está.

En un portal, hoy en Belén, al mismo Dios, verás nacer.
Hoy en Belén, en un portal, al mismo Dios, verás llorar.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Oración final de Adviento


Señor Jesús:

Escuchamos la Palabra a través de Juan el Bautista que, recordando a Isaías, nos dice:

"Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios".

Qué triste que estas palabras caigan en desierto; porque nuestras vidas no son un camino recto y accesible por el que facilitemos tu llegada a los hombres.

Continuamos siendo "montes y colinas" porque el orgullo y el egoísmo dificultan que mostremos tu esplendor.

Seguimos siendo "valles", porque no tenemos voluntad y constancia, para convertirnos cada día y posibilitar vivir "limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia".

Somos responsables de que "todos vean la salvación", pero necesitamos "enderezar lo torcido", para crecer en esperanza, junto con los hombres, nuestros hermanos, y poder decir con el salmista:

"El Señor ha estado grande con nosotros".

En este Adviento, ayúdanos a "ponernos en pie".

Ayúdanos para que "nuestra comunidad de amor siga creciendo", a pesar de nuestros fallos, pecados y omisiones y que, escuchando e imitando a Juan el Bautista, seamos tus "precursores" en nuestro mundo.

Amén.

lunes, 9 de diciembre de 2019

Oración a la Inmaculada Concepción


¡Madre nuestra!
¡Virgen Inmaculada!
Sé guardiana de todos los caminos
de la Iglesia y del mundo,
y de los del mundo hacia la Iglesia.

En tu persona, la Iglesia
ha alcanzado ya la perfección,
en virtud de la cual no tiene mancha
ni arruga.

Pero en nuestra peregrinación terrestre
debemos luchar todavía
por crecer en santidad.

Y, por eso, levantamos los ojos
hacia ti, Virgen Inmaculada,
Madre de la Iglesia y
Madre de todos los hombres;
hacia ti, Estrella de nuestro Adviento.

¡Estrella de la mañana,
de la gloria perenne, del hombre en Dios,
acoge nuestro amor y
nuestra veneración!

Acepta nuestro abandono en ti.

Amén.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Oración de Santa Gertrudis Magna que libera mil almas del Purgatorio


Padre Eterno, os ofrezco la Preciosísima Sangre de Vuestro Divino Hijo Jesús, junto con las Misas que se digan hoy en todo el mundo:

- por todas las santas almas del Purgatorio,
- por los pecadores en todas partes,
- por los pecadores en la Iglesia Universal,
- los de mi propio hogar, y dentro de mi familia.

Amén.
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Esta Oración Maravillosa que libera mil almas del Purgatorio, se recomienda que se rece todos los días. El Salvador aseguró a Santa Gertrudis la Magna, religiosa cisterciense del Monasterio de Helfta en Eisleben (Alemania), a finales del siglo XIII, que esta oración liberaría a mil almas del Purgatorio cada vez que se ofreciese, extendiéndose también la Promesa a la conversión y salvación de las que todavía peregrinan en la Tierra.