domingo, 28 de junio de 2009

Alrededor de tu mesa (canto de entrada)

Alrededor de tu mesa venimos a recordar,
alrededor de tu mesa venimos a recordar
que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad,
que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad.

Hemos venido a tu mesa
a renovar el misterio de tu amor,
con nuestras manos manchadas
arrepentidos buscamos tu perdón.

Alrededor de tu mesa venimos a recordar,
alrededor de tu mesa venimos a recordar
que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad,
que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad.

Juntos y a veces sin vernos
celebramos tu presencia sin sentir
que se interrumpe el camino
si no vamos como hermanos hacia Ti.

Alrededor de tu mesa venimos a recordar
alrededor de tu mesa venimos a recordar
que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad,
que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad.

miércoles, 17 de junio de 2009

Envía tu Espíritu


Envía, Señor, tu Espíritu
que renueve nuestros corazones.

Envíanos, Señor, tu luz y tu calor,
que alumbre nuestros pasos,
que encienda nuestro amor;
Envíanos tu Espíritu,
y un rayo de tu luz
encienda nuestras vidas
en llamas de virtud.

Envía, Señor, tu Espíritu
que renueve nuestros corazones.

Envíanos, Señor, tu fuerza y tu valor,
que libre nuestros miedos,
que anime nuestro ardor;
envíanos tu Espíritu,

impulso creador,
que infunda en nuestras vidas
la fuerza de su amor.


Envía, Señor, tu Espíritu,
que renueve nuestros corazones.

Envíanos, Señor, la luz de tu verdad,
que alumbre tantas sombras
de nuestro caminar;
envíanos tu Espíritu,

su don renovador,
engendre nuevos hombres
con nuevo corazón.


Envía, Señor, tu Espíritu,
que renueve nuestros corazones.
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Este canto fue compuesto por Joaquín Madurga.

miércoles, 3 de junio de 2009

Resucitó, resucitó mi Señor. Resucitó mi esperanza

Canta con júbilo en este día de gracia;
canta con júbilo en esta fiesta de Pascua.

Resucitó, resucitó mi Señor.
Resucitó mi esperanza.

Brille tu lámpara, brille con fuerza tu llama;
cesen tus lágrimas al contemplar la mirada.

Resucitó, resucitó mi Señor.
Resucitó mi esperanza.

Canten los ángeles al que alegró la mañana;
suene la música al escuchar sus palabras.

Resucitó, resucitó mi Señor.
Resucitó mi esperanza.
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Este canto es apropiado para el tiempo de Pascua, en particular para el Domingo de Resurrección o la Vigilia Pascual.

martes, 19 de mayo de 2009

Oración del enfermo


Mira, Señor, que está enfermo
el que Tú tanto quieres.

Ayúdame a mantener la paz.
´
Yo sé que Tú siempre estás conmigo
en medio del dolor, de la angustia y del miedo.

Yo sé que siempre estás conmigo
y que nunca me dejas solo en los momentos difíciles.

Hazme sentir la fortaleza y el consuelo
de tu presencia y tu compañía,
y la ternura de la Madre
que estuvo junto a tu cruz.

Médico divino del alma y del cuerpo,
gracias por el don inestimable de la Eucaristía,
pan de vida y medicina de inmortalidad.

Si quieres, puedes curarme,
pero no se haga mi voluntad sino la tuya.

Tú que dijiste:
"Estuve enfermo y me vinisteis a ver",
transforma mi vida y hazla transformarse
para que puedan descubrir en mí tu rostro
cuantos me cuidan y me visitan.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Oración por la vida


Madre nuestra,
tú que recibiste a Jesucristo,
Luz y Vida para el mundo,
guía por el camino de la vida
a la madres que han concebido un hijo;
enséñanos a querer a los ancianos,
y a cuidar con amor a los enfermos.
Madre de la Vida y del Amor Hermoso,
ruega por nosotros.

miércoles, 22 de abril de 2009

Santo Rosario

 
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
 
Amén.

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.

Amén.

Señor, ábreme los labios.
Y mi boca proclamará tu alabanza.

Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Misterios gozosos (lunes y sábado)

1. La encarnación del Hijo de Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación de Jesús en el templo.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.

Misterios luminosos (jueves)
 

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía.

Misterios dolorosos (martes y viernes)
 

1. La Oración de Jesús en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

Misterios gloriosos (miércoles y domingo)
 

1. La Resurrección del Hijo de Dios.
2. La Ascensión del Señor a los Cielos.
3. La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen como Reina de Cielos y Tierra.
 
Después de cada misterio, se reza un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria y se añade:
 
María, Madre de gracia, Madre de misericordia.
Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Oh Jesús mío, perdónanos. Líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas.
 
Letanías de la Santísima Virgen

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Dios Padre celestial.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo.
Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios.

Santa María,
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes,
Ruega por nosotros
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la Misericordia
Madre de la divina gracia,
Madre de la Esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz. 

Cordero de Dios

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oremos

Oh Dios, cuyo Hijo por medio de su vida, muerte y resurrección, nos otorgó los premios de la vida eterna, te rogamos que venerando humildemente los misterios del Rosario de la Santísima Virgen María, imitemos lo que contienen y consigamos lo que nos prometen. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oremos (tradición española)

Te pedimos Señor, nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos librados de las tristezas presentes y gocemos de la eterna alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Por las intenciones del Santo Padre

Padrenuestro.

Avemaría.

Gloria.

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración tras el rosario
 

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
Jaculatoria final
 
Ave María Purísima.
Sin pecado concebida.
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Bendiciones del Rosario:

1. Los pecadores obtienen el perdón.
2. Las almas sedientas se sacian.
3. Los que están atados ven sus lazos desechos.
4. Los que lloran hallan alegría.
5. Los que son tentados hallan tranquilidad.
6. Los pobres son socorridos.
7. Los religiosos son reformados.
8. Los ignorantes son instruidos.
9. Los vivos triunfan sobre la vanidad.
10. Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios.

Los beneficios del Rosario:

1. Nos otorga gradualmente un conocimiento completo de Jesucristo.
2. Purifica nuestras almas, lavando nuestras culpas.
3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos.
4. Nos facilita practicar la virtud.
5. Nos enciende el amor a Nuestro Señor.
6. Nos enriquece con gracias y méritos.
7. Nos provee con lo necesario para pagar nuestras deudas a Dios y a nuestros familiares cercanos, y finalmente, se obtiene toda clase de gracia de nuestro Dios todopoderoso.

jueves, 16 de abril de 2009

Señor resucitado



Señor resucitado
Tú vives, has resucitado de entre los muertos.
Tú vives, ha sido un milagro patente.
Tú vives, la muerte ha sido vencida.
Tú vives, la vida es más grande que la muerte.
Tú vives, primicia de todos los vivos.
Tú vives, y eres la vida.
Tú vives, tu carne no ha conocido la corrupción.
Tú vives, no has sido abandonado a la muerte.
Tú vives, y nos enseñas el camino de la vida.

Señor resucitado, sé nuestra fuerza, nuestra vida.
Señor resucitado, danos la alegría de vivir.
Señor resucitado, ábrenos a la inteligencia de las Escrituras.
Señor resucitado, enséñanos a caminar como hermanos a tu encuentro.
Señor resucitado, haz de nosotros una comunidad en marcha, una comunidad viva y de vida. Señor resucitado, pon calor en nuestros corazones.
Señor resucitado, pon claridad en nuestros ojos de creyentes.
Señor resucitado, pon humildad en nuestra vida entera para reconocerte como vivo.
Señor resucitado, pon espíritu en nuestra alma para llegar a la santidad.

jueves, 9 de abril de 2009

Oración al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Te damos gracias, Padre Santo, porque nos has creado para que vivamos y seamos felices.

Te pedimos que sepamos ser responsables de este don tan maravilloso que nos ha hecho y que un día podamos alcanzar y gozar de la vida eterna que nos ha prometido.

Te damos gracias, Señor Jesús, porque quisiste ser en todo semejante a nosotros para darnos ejemplo y que podamos seguir tus huellas.

Te pedimos que, siguiéndote como buenos discípulos, imitemos tu ejemplo y vivamos coherentemente con la fe, la esperanza y la caridad que has puesto en nuestros corazones.

Te damos gracias, Espíritu Santo, porque has querido habitar en nosotros como en un templo haciéndonos hijos del Padre y miembros de Cristo.

Te pedimos que con tu fuerza y tu ayuda seamos siempre dóciles a la voluntad de Dios, busquemos en todo momento vivir unidos a Cristo y nuestro corazón deje de ser un corazón de piedra para convertirse en un corazón de carne; un corazón capaz de amar y de servir, y que pueda esperar confiado la resurrección en el último día.

jueves, 26 de marzo de 2009

Hacia ti, morada santa (canto de entrada)


Hacia ti, morada santa,
hacia ti, tierra del Salvador,
peregrinos, caminantes, vamos hacia ti.

Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne, tu sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo en tu morada santa,
beberemos tu sangre, tu fe nos salvará.

Somos tu pueblo santo, que hoy camina unido,
Tú vas entre nosotros tu amor nos guiará.
Tú eres el camino, Tú eres la esperanza,
hermano de los pobres, Amén. Aleluya.

sábado, 14 de marzo de 2009

Dios es fiel (canto de entrada)


Dios es fiel, guarda siempre su alianza
libra al pueblo de toda esclavitud;
su palabra resuena en los profetas,
reclamando el bien y la virtud.

Pueblo en marcha por el desierto ardiente,
horizontes de paz y libertad,
asamblea de Dios, eterna fiesta
tierra nueva perenne heredad.

Si al mirar hacia atrás somos tentados
de volver al Egipto seductor,
el Espíritu empuja con su fuerza
a avanzar por la vía del amor.

El maná es el don que el cielo envía,
pero el pan hoy se cuece con sudor;
leche y miel nos dará la tierra nueva
si el trabajo es fecundo y redentor.

Y Jesús nos dará en el calvario
su lección “hágase tu voluntad”;
y su sangre vertida por nosotros
será el precio de nuestra libertad.

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Esta oración se utiliza como canto de entrada de la Eucaristía