lunes, 17 de mayo de 2010
Tú eres nuestra Pascua
Tú eres nuestra Pascua, Señor resucitado, aleluya, aleluya.
Haz que al partir tu pan estemos a tu lado.
Haz que al partir tu pan estemos a tu lado.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
Quien come de este pan vive para siempre.
Tú eres nuestra Pascua, Señor resucitado, aleluya, aleluya.
Haz que al partir tu pan estemos a tu lado.
Haz que al partir tu pan estemos a tu lado.
Yo soy el camino que lleva a la vida.
Quien viene en pos de mí, tiene vida eterna.
Tú eres nuestra Pascua, Señor resucitado, aleluya, aleluya.
Haz que al partir tu pan estemos a tu lado.
Haz que al partir tu pan estemos a tu lado.
lunes, 10 de mayo de 2010
Oración de acción de gracias y de petición
Señor y Padre nuestro, te bendecimos y te glorificamos, porque nunca nos dejas solos, y te manifiestas vivo y presente en medio de nosotros.
Ya en tiempos antiguos guiaste a Israel, tu pueblo, con mano poderosa y brazo extendido a través de un inmenso desierto, y hoy acompañas a tu Iglesia peregrina, dándole la fuerza de tu Espíritu.
Fortalécenos con este mismo Espíritu para que todos nosotros, pueblo de Dios, caminemos alegres en la esperanza y firmes en la fe y comuniquemos al mundo el gozo del Evangelio. Así, por medio de tu Hijo, que nos abre el camino de la vida, llegaremos, a travé de este mundo, al gozo perfecto de tu reino.
Padre de bondad y Señor del Universo, en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, tú diriges las voluntades para que se dispongan a la reconciliación.
Tu Espíritu, Señor, mueve los corazones para que los enemigos vuelvan a la amistad, los adversarios se den la mano y los pueblos busquen la unión.
Con tu acción eficaz, Padre santo, consigues que las luchas se apacigüen y crezca el deseo de la paz; que el perdón venza al odio y la indulgencia a la venganza.
Por eso Tú no cesas, Señor, de convocar a hombres de toda raza y cultura por medio del Evangelio de tu Hijo, y los reúnes en un solo cuerpo, que es la Iglesia.
Esta Iglesia, vivificada por tu Espíritu y a imagen de tu Trinidad santa, resplandece como signo de la unidad de todos los hombres, da testimonio de tu amor en el mundo y abre las puertas de la esperanza.
De esta forma se convierte en un signo de fidelidad a la alianza que has sellado con nosotros para siempre.
Reúnenos, pues, a los hombres de cualquier clase y condición, de toda raza y lengua, en el banquete de la unidad eterna, en un mundo nuevo donde brille la plenitud de tu paz.
Te pedimos, pues, que la Iglesia sea, en medio de nuestro mundo, instrumento de unidad, de concordia y de paz.
martes, 4 de mayo de 2010
De tu costado (Canto de aspersión)
De tu costado, oh Cristo,
mana una fuente de agua viva,
que limpia al mundo de pecado
y renueva la vida.
Aleluya.
lunes, 26 de abril de 2010
Cristo resucitó
Cristo resucitó, ¡aleluya!
La vida vence a la muerte, ¡aleluya!
Por toda la tierra canta
el pueblo de bautizados,
¡Aleluya! ¡Aleluya!
miércoles, 21 de abril de 2010
Oración de Su Santidad Benedicto XVI por los sacerdotes
Te rogamos por nuestros hermanos y hermanas que han respondido sí a tu llamada al sacerdocio, a la vida consagrada y a la misión.
Haz que sus existencias se renueven de día en día y se hagan evangelios vivientes.
¡Señor misericordioso y santo, sigue enviando nuevos operarios a la mies de tu Reino!
Ayuda a los que has llamado a seguirte en este tiempo nuestro; haz que contemplando tu rostro, respondan con alegría a la maravillosa misión que les has confiado por el bien de tu Pueblo y el de todos los pueblos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
martes, 13 de abril de 2010
Resucitó
Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó.
La muerte,
¿dónde está la muerte?
¿dónde está mi muerte?
¿dónde su victoria?
Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó.
Gracias sean dadas al Padre
que nos pasó a su Reino
donde se vive de amor.
Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó.
Alegría, alegría hermanos,
que si hoy nos queremos
es porque resucitó.
Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó.
Si con Él morimos,
con Él vivimos,
con Él cantamos: aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó.
Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya.
lunes, 22 de marzo de 2010
Antes de ser llevado a la muerte (canto de comunión)

viendo Jesús su hora llegar,
manifestó su amor a los hombres,
como no hiciera nadie jamás.
Toma en sus manos pan y les dice:
"esto es mi cuerpo, todos comed".
Y levantando la copa de vino:
"esta es mi sangre que os doy a beber".
Antes de ser llevado a la muerte,
viendo Jesús su hora llegar,
manifestó su amor a los hombres,
como no hiciera nadie jamás.
Cuerpo bendito que se reparte,
por mil caminos hecho manjar:
buscas a todos para sanarl0s.
Tú le devuelves al hombre la paz.
Antes de ser llevado a la muerte,
viendo Jesús su hora llegar,
manifestó su amor a los hombres,
como no hiciera nadie jamás.
"El que se precie de ser mi amigo,
siga mi ejemplo, siga mi amor,
salga al encuentro de mis hermanos,
dando la vida lo mismo que Yo".
Antes de ser llevado a la muerte,
viendo Jesús su hora llegar,
manifestó su amor a los hombres,
como no hiciera nadie jamás.
Cuerpo de Cristo, cuerpo entregado,
muerto en la cruz por nuestra maldad,
grano de trigo resucitado,
germen de vida de la humanidad.
Antes de ser llevado a la muerte,
viendo Jesús su hora llegar,
manifestó su amor a los hombres,
como no hiciera nadie jamás.
domingo, 14 de marzo de 2010
Aclamación antes del Evangelio
sábado, 27 de febrero de 2010
Plegaria del Ritual de la Penitencia

Dios omnipotente y misericordioso,
abre nuestros ojos para que descubramos
el mal que hemos hecho,
mueve nuestro corazón para que, con sinceridad,
nos convirtamos a ti.
Que el Espíritu Santo vuelva de nuevo a la vida
a quienes venció la muerte;
para que, restaurando tu amor en nosotros,
resplandezca en nuestra vida la imagen de tu Hijo,
y así, con la claridad de esta imagen,
resplandeciente en toda la Iglesia,
puedan todos los hombres reconocer
que fuiste Tú quien enviaste a Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro.
Amén.
martes, 16 de febrero de 2010
Palabra que fue luz
Palabra que fue luz el primer día
y en boca de profetas fue clamor,
denuncia compromiso y fuerza viva;
eterno resplandor.
Palabra como zarza siempre ardiente,
Palabra como lluvia en pedregal.
Palabra como sol en nuestra frente,
impulso hasta el final.
Palabra que en la tierra habitaría,
cuando el tiempo llegó a la plenitud.
Palabra que en el seno de María,
nos trajo la salud.
Palabra que, sin ser palabra vana,
es carne y sangre de nuestro existir,
y ríe y llora, y se hace voz humana,
y sabe compartir.
Palabra que es el sí definitivo,
amén y conclusión de nuestra fe.
El día en que veremos al Dios vivo,
viviendo siempre en El.
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