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viernes, 8 de agosto de 2025

Oración a San José por los niños


Oh glorioso Patriarca San José, solícito guardián del divino Niño Jesús, por aquélla amorosa vigilancia que tuviste en la conservación, educación y desarrollo del Pequeño que te fue encomendado, te suplico ardientemente que libres a la niñez cristiana de los nuevos Herodes que quieren ahogarla en la sangre.

 

Coloca bajo tu manto paternal a todos los niños, a fin de que conserven su santa pureza, su inocencia y su candor.

 

Así sea.
 

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 

sábado, 19 de marzo de 2022

Oración del Papa Francisco a San José


Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.

A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal.

Amén.
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Es una oración del Papa Francisco que aparece al final de la Carta Apostólica Patris Corde, publicada el 8 de diciembre de 2020 con ocasión del 150 aniversario de la declaración, por el Papa Pío IX, de San José como Patrono de la Iglesia Universal.

domingo, 28 de febrero de 2021

San José custodio amante de Jesús y de María


¡San José, custodio amante
de Jesús y de María,
enséñame a vivir siempre
en tan dulce compañía!

Sé mi maestro y mi guía
en la vida de oración;
dame paciencia, alegría
y humildad de corazón.

No me falte en este día
tu amorosa protección,
ni en mi última agonía
tu piadosa intercesión.
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miércoles, 19 de marzo de 2014

Oración a San José



José dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón, a ti te elijo como mi protector en vida y en muerte; y consagro a tu culto este día, en recompensa y satisfacción de los muchos que vanamente he dado al mundo, y a sus vanísimas vanidades.

Yo te suplico con todo mi corazón que por dolores y goces me alcances de tu adoptivo Hijo Jesús y de tu verdadera esposa, María Santísima, la gracia de emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho de mi alma.

Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad de mis culpas, lágrimas de contrición para llorarlas y detestarlas, propósitos firmes para no cometerlas más, fortaleza para resistir a las tentaciones, perseverancia para seguir el camino de la virtud; particularmente lo que te pido en esta oración y una cristiana disposición para morir bien.

Esto es, Santo mío, lo que te suplico; y esto es lo que mediante tu poderosa intercesión, espero alcanzar de mi Dios y Señor, a quien deseo amar y servir, como tú lo amaste y serviste siempre, por siempre, y por una eternidad.

Amén.
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