Señor, que llenas todo lugar con tu presencia: acompáñame en
este viaje, para que llegue a mi destino y vuelva
a casa sano y salvo. Que mi viaje sea un
anuncio de alegría a todos los que encuentre, un mensaje
de esperanza, un testimonio de vida cristiana.
Amén
Amén
O bien:
El Señor
omnipotente y misericordioso dirija nuestros pasos por el camino de la
paz y de la prosperidad; que el Arcángel Rafael nos acompañe, para que con
salud, paz y alegría podamos volver a nuestros hogares.
Señor, danos a todos los presentes un viaje feliz y un tiempo de paz,
a fin de que, en compañía de tu santo Arcángel, podamos llegar felizmente
al lugar a donde vamos y, por fin, a la vida eterna.
Amén.