Tú me guías por sendas de justicia,
me enseñas la verdad.
Tú me das el valor para la lucha,
sin miedo avanzaré.
Iluminas las sombras de mi vida,
al mundo das la luz.
Aunque pase por valles de tiniebla,
yo nunca temeré.
Yo confío el destino de mi vida
al Dios de mi salud.
A los pobres enseñas el camino,
su escudo eres Tú.
El Señor es la fuerza de su pueblo,
su gran liberador.
Tú le haces vivir en confianza,
seguro de tu poder.