Ante ti, Virgen de la Peña, Madre de Dios y Madre de los hombres, agradecido por tu inmensa bondad, por tu intercesión por nosotros ante tu Hijo Jesús -Nuestro Señor-, yo humildemente postrado a tus pies imploro tu protección y amparo cada día de mi vida, y tu auxilio en la hora de mi muerte.
¡Oh! clementísima, ¡oh! piadosa, ¡oh! dulce Virgen María, no te olvides de todos los que amo...Vela por la iglesia y sus ministros, socorre a los necesitados, a los hambrientos, consuela a los afligidos y a los que sufren.
Atiende a los que padecen la guerra, la injusticia, muévelos a respetar a la persona, la vida, la libertad.
Sé la abogada de nuestros pecados, líbranos del mal.
Tú, María, la llena de gracia.
Amén.
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El Santuario de Nuestra Señora de la Peña está situado en la Vereda El Páramo, Tangua (N). Colombia.