¡Sí!, me levantaré,
volveré junto a mi Padre.
A ti, Señor, elevo mi alma,
Tú eres mi Salvador.
Mira mi angustia, mira mi pena,
dame la gracia de tu perdón.
Mi corazón busca tu Rostro;
oye mi voz, Señor, ten piedad.
A ti, Señor, te invoco y te llamo,
Tú eres mi roca, oye mi voz.
No pongas fin a tu ternura,
haz que me guarde siempre tu Amor.
Sana mi alma y mi corazón,
porque pequé Señor contra ti.
Piedad de mí, oh Dios de ternura
sana mi alma, oh Salvador.
Tú sabes bien, Señor, mis pecados
ante tus ojos todos están.
Como el vigía espera la aurora,
así mi alma espera al Señor.
Vuelve Señor, vuelve a nosotros,
somos tus hijos, tennos piedad.
Abre mis labios para cantarte,
dame el gozar de la libertad.
Feliz el hombre a quien Dios perdona,
todas sus faltas, todo su error.
Aunque mis padres me abandonaran,
me acogería siempre mi Dios.
Tú mi alegría, Tú mi refugio,
todos los santos te cantarán.
Mi corazón te canta y exulta,
te alabaré por la eternidad.
¡Sí!, me levantaré,
volveré junto a mi Padre.
volveré junto a mi Padre.
A ti, Señor, elevo mi alma,
Tú eres mi Salvador.
Mira mi angustia, mira mi pena,
dame la gracia de tu perdón.
Mi corazón busca tu Rostro;
oye mi voz, Señor, ten piedad.
A ti, Señor, te invoco y te llamo,
Tú eres mi roca, oye mi voz.
No pongas fin a tu ternura,
haz que me guarde siempre tu Amor.
Sana mi alma y mi corazón,
porque pequé Señor contra ti.
Piedad de mí, oh Dios de ternura
sana mi alma, oh Salvador.
Tú sabes bien, Señor, mis pecados
ante tus ojos todos están.
Como el vigía espera la aurora,
así mi alma espera al Señor.
Vuelve Señor, vuelve a nosotros,
somos tus hijos, tennos piedad.
Abre mis labios para cantarte,
dame el gozar de la libertad.
Feliz el hombre a quien Dios perdona,
todas sus faltas, todo su error.
Aunque mis padres me abandonaran,
me acogería siempre mi Dios.
Tú mi alegría, Tú mi refugio,
todos los santos te cantarán.
Mi corazón te canta y exulta,
te alabaré por la eternidad.
¡Sí!, me levantaré,
volveré junto a mi Padre.