¡Oh Corazón Inmaculado de María!, lleno de bondad, muéstranos tu amor por nosotros.
Haz que la llama de tu Corazón descienda sobre todos los hombres.
Imprime el amor verdadero en nuestros corazones.
Haz que nuestros corazones tengan un deseo continuo de ti.
Acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado.
Tú sabes que todos los hombres pecamos.
Por medio de tu Corazón Inmaculado y Materno, haz que seamos sanados de toda enfermedad espiritual.
Haznos capaces de contemplar la bondad de tu Corazón Maternal, a fin de que podamos convertirnos por la llama de tu Corazón.
Amén.
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Queridos hijos, os invito a la conversión individual. ¡Este tiempo es para vosotros! Sin vosotros el Señor no puede realizar lo que Él quiere.
Queridos hijos, crecer día a día, a través de la oración, siempre estando más cerca de Dios. Te regalo el Arma contra tu Goliat, aquí tienes tus cinco piedras:
1. La oración con el corazón: el Rosario.
2. La Eucaristía.
3. La Biblia.
4. El ayuno.
5. La confesión mensual.