Donde hay caridad y amor,
allí está el Señor, allí
está el Señor.
Una sala y una mesa, una copa, vino y pan,
los hermanos compartiendo en amor y en unidad.
Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor,
celebramos su memoria y la entrega de su amor.
Donde hay caridad y amor,
allí está el Señor, allí
está el Señor.
Invitados a la mesa del banquete del Señor,
recordamos su mandato de vivir en el amor.
Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que Él nos da,
y también en el hermano, si lo amamos de verdad.
Donde hay caridad y amor,
allí está el Señor, allí
está el Señor.
Este pan que da la vida y este cáliz de salud
nos reúne a los hermanos en el nombre de Jesús.
Anunciamos su memoria, celebramos su pasión,
el misterio de su muerte y de su resurrección.
Donde hay caridad y amor,
allí está el Señor, allí
está el Señor.