Señor Dios, creo firmemente
y confieso todas y cada una
de las verdades
que la Santa Iglesia Católica propone,
porque Tú nos las revelaste,
oh Dios, que eres
la eterna Verdad y Sabiduría,
que ni se engaña
ni nos puede engañar.
Quiero vivir y morir en esta fe.
Amén.