Contigo quiero, Señor:
alcanzar y bajar hacia las aguas del Jordán
para sentir que Dios llama siempre
a pesar de las dificultades del camino.
Contigo quiero, Señor:
dejar la comodidad de mi casa,
de mis amigos y trabajos,
para empeñarme un poco
en aquello que el Evangelio
necesita de mis manos y de mi esfuerzo.
Contigo quiero, Señor:
renovar mi Bautismo
un tanto empolvado por el paso del tiempo.
Reavivar mi Bautismo
un tanto mortecino.
Fortalecer mi Bautismo
a veces débil y acomodado.
Contigo quiero, Señor:
escuchar mi nombre y una llamada
“Tú eres mi Hijo.”
Para que nunca falte en tu causa
buenos testigos
que pregonen tu Palabra.
que pronuncien tu nombre,
que den testimonio de tu Reino,
que ofrezcan lo que son y tienen
y Dios sea conocido, amado y bendecido
en las cuatro direcciones del mundo.
Contigo quiero, Señor:
renovar, levantar,
ilusionar y mejorar,
incentivar y alimentar,
revitalizar y fortalecer
lo que un día, por la fuerza del Espíritu,
me hizo hijo de Dios
miembro de su pueblo
hijo de la Iglesia
testigo de tu Reino:
el Bautismo.
Amén.
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La festividad del Bautismo de Jesús se celebra el domingo siguiente a la Epifanía. Es una oración de Javier Leoz.