jueves, 5 de junio de 2008

Oración a Jesús Crucificado (para después de la comunión)


Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!,
postrado en tu divina presencia.
Te ruego, con el mayor fervor,
que imprimas en mi corazón
los sentimientos de fe, esperanza y caridad,
verdadero dolor de los pecados
y propósito firme de jamás ofenderte.
Mientras, yo, con gran amor y compasión,
voy considerando tus cinco llagas,
comenzando por aquello que dijo el profeta David:
han taladrado mis manos y mis pies,
y se pueden contar todos mis huesos.