Señor Jesús, como llamaste un día a los primeros discípulos para hacerles pescadores de hombres, continúa haciendo resonar tu invitación: "ven y sígueme" en nuestra Iglesia.
Da a los jóvenes la gracia de responder generosa y prontamente a tu voz,
ayúdales a vencer las dificultades de su camino, procura que experimenten la felicidad de darse a los que necesitan luz, pan y esperanza; sostén en sus fatigas apostólicas a nuestros obispos, sacerdotes y personas consagradas.
Abre la mente y el corazón de todos en nuestras familias y en nuestras comunidades cristianas para que sean solidarios espiritual y económicamente de los jóvenes que quieren dar su vida al servicio de Dios y de la Iglesia.
Virgen María, Madre la Iglesia, modelo de disponibilidad, ayúdanos a decir sí al Señor que nos llama a ser sus discípulos misioneros para que nuestros pueblos en Él tengan vida.
Amén.
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Esta oración es una aportación de:
P. Heber Noé Espinal
Pastoral Vocacional
Diócesis de Choluteca
Honduras C.A.