Gloria a ti, Corazón de María,
clara fuente de paz y de amor.
Tú eres siempre refugio seguro:
salve, salve, sin par Corazón.
Ya que estás junto a Dios en el Cielo,
rodeada de eterno esplendor,
te aclamamos por Reina y por Madre
y cantamos un himno en tu honor,
te aclamamos por Reina y por Madre
y cantamos un himno en tu honor.