Señor,
Confiamos en tu palabra,
abrimos nuestro corazón a tu mensaje misionero
y te suplicamos con la fuerza de la fe recibida.
Que nuestra diócesis y nuestra comunidad cristiana
sean misioneras y rechacen la tentación
de encerrarse en sí mismas.
Que las Iglesias nacientes en la misión
cooperen con otras más necesitadas
y den desde su pobreza.
Que los jóvenes, enfermos y personas consagradas
participen en el compromiso misionero.
Que los llamados a la vocación misionera
respondan a ella con generosidad.
Que los bautizados participemos
en la actividad misionera de la Iglesia
como responsables de tu envío.
Te lo pedimos con María, reina de las Misiones.