Jesús, Pastor bueno, siguiendo tu ejemplo y tu mandato
nos ponemos en estado de oración insistente y confiada
y rogamos al Señor de la mies que envíe trabajadores a tu Iglesia.
Que las Iglesias particulares, las comunidades parroquiales,
las familias cristianas y los cenáculos vocacionales
se llenen de vitalidad para proponer con valentía
y promover con esmero las vocaciones al laicado,
a la vida consagrada y al ministerio presbiteral,
para la extensión de tu reinado.
Tú, Señor, no dejas de seguir llamando hoy
a los que has elegido para la vida de especial consagración.
Da a los llamados la disponibilidad gozosa de decirte "Sí".
María Virgen, la gran acogedora del plan divino,
sé su modelo e intercesora.
Amén.
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El 15 de mayo de 2011 ha sido la XLVIII Jornada Mundial de oración por las vocaciones.