a Jesús resucitó,
con María, sus hermanos,
entendieron qué pasó.
Como el viento que da vida
el Espíritu sopló,
y aquella fe incierta
en firmeza se cambió.
Gloria al Señor,
es nuestra esperanza
y con María se hace vida su palabra.
Gloria al Señor,
porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.
Pues sus ojos se abrieron
y también su corazón,
la tristeza fue alegría,
fue su gozo el dolor.
Esperando con María
se llenaron del Señor,
porque Dios está presente
si está limpio el corazón.
Gloria al Señor,
es nuestra esperanza
y con María se hace vida su palabra.
Gloria al Señor,
porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.
Nuestro tiempo es tiempo nuevo
cada vez que sale el sol,
y escuchamos su Palabra,
fuerza viva de su amor,
que disipan las tinieblas
y se aleja del temor,
se hacen fuertes nuestras manos
con la Madre del Señor.
Gloria al Señor,
es nuestra esperanza
y con María se hace vida su palabra.
Gloria al Señor,
porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.