jueves, 1 de enero de 2015

A ti, Señor, levanto mi alma


A ti, Señor, levanto mi alma;
Dios mío confío en ti;
enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas.

Los que esperan en ti
no quedan defraudados.

Recuerda, Señor,
que tu ternura es eterna.

Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

Pastor de Israel, escucha,
despierta tu poder y ven a salvarnos.

La salvación está ya cerca de sus fieles
y la gloria habitará en nuestra tierra.

La fidelidad brota de la tierra
y la justicia mira desde el cielo.