domingo, 19 de diciembre de 2010

Jesús, el dulce, viene


Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!

Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...

Mas la celeste melodia
suena fuera...
Celeste primavera,
que la nieve, al pasar, blanda, deshace
y deja atrás eterna calma...

¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!